No cabe ninguna duda de que leer es algo relajante y placentero. Sin embargo, lo cierto es que la lectura muchas veces no encuentra su sitio en este mundo frenético de acelerado ritmo de vida que llevamos. Corremos de un lado a otro sin tiempo para sentarnos a leer tranquilamente, una pena.
Leer es un gran placer, cierto, por eso debemos echar un pulso a nuestro estrés cotidiano y conseguir que los libros, aunque sean electrónicos, tengan su merecida cuota de nuestro tiempo.
Ver películas, en cine o televisión, es muy cómodo, pero nunca se alcanza con ellas esa profundidad e intensidad, esa concentración y abstracción, que te facilita un libro.
Mi problema, cuando un libro me engancha de verdad, es que me da mucha pena que se termine, y trato de refrenar el último tramo de lectura para que dure. Algo similar me pasa a veces con un buen plato, si me apasiona la comida trato de retardar su degustación lo más posible. La diferencia es que no suelo repetir la lectura de un libro y sí hasta la saciedad la ingesta de un buen plato. Estamos hablando de Patria, por ejemplo, y de un arroz caldoso con bogavante, por poner el listón alto.
Comparto contigo ese placer que te da la lectura, yo soy de las que disfruta con un libro entre las manos…y no cualquier libro, tiene que ser de tapa dura, las hojas suaves al tacto y una letra de un tamaño considerable para no tener que forzar la vista y estar incómoda.
Otra cosa que me encanta de los libros es el olor….huelen diferente.
Y como a ti, por un lado me enganchan hasta el punto de dejar hacer algunas actividades y pasar horas y horas devorando sus páginas hasta terminarlo.
Despues de terminarlo, sentir un tremendo vacío, echas de menos a esos personajes…..y ni te cuento si encima forma parte de alguna triología y aún no esta escrito ni el siguiente….te comes las uñas….me paso con el tercer libro de la triológia de Stieg Larsson.
Y con la comida curiosamente es como dices, despúes de saborear un plato con el que se te saltan las lágrimas y tienes poco menos que un orgásmo gastronómico, aqui la cosa cambia jeje el listón es demasiado alto, quizás vuelves a probar el arroz caldoso con bogavante, pero ya no te sabe igual, siempre le encuentras alguna pega porque lo comparas con el que te gusto tanto, hasta que llega otro que le hace sombra, lo mismo pasa con los libros, por muy alto que tengas el listón siempre te sorprende alguno.
Desconozco tus gustos, ….yo ahora estoy enganchada con el último de Carlos Ruiz Zafón.
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